Esta
integración se utiliza para disminuir las amenazas que hay en el ambiente y
también como medio para que las empresas puedan obtener el control y disminuir
el poder negociador sobre distribuidores, proveedores y competidores. Existen
tres tipos de Estrategia de Integración: Integración hacia delante, Integración
hacia atrás e Integración Horizontal. Uno de los principales atractivos de esta
estrategia vincula con oportunidades y con la firme convicción de que es un
método muy bueno para poder obtener ventajas competitivas para las empresas.
Estrategia
de integración
Las
Estrategias de Integración buscan controlar o adquirir el poder negociador de
los distribuidores, de los proveedores o de la competencia. Así pueden
disminuir las amenazas que hay en el ambiente.
También
ganar la propiedad o un mayor poder sobre estos, por lo cual, existen tres
tipos de Estrategia de Integración: Integración hacia delante, Integración
hacia atrás e Integración Horizontal.
a)
Integración hacia delante.
La
integración hacia delante implica adquirir o entrar a la propiedad sobre
distribuidores (comprar o asociarme con mis clientes). El objetivo de este tipo
de integración es alcanzar un mayor grado de eficiencia y un mayor control.
También
esta estrategia de integración hacia delante hace que una empresa adquiera más
canales de distribución, es decir, sus propios centros de distribución
(almacenes) y tiendas al detalle. También puede significar que la empresa irá
aún más lejos, pues adquiere sus propios clientes.
Este tipo
de estrategia es recomendable aplicar cuando:
- Los
distribuidores actuales de una organización son especialmente costosos, poco
confiables o incapaces de cumplir con las necesidades de distribución de la
empresa.
- Cuando
los distribuidores actuales tienen gran rentabilidades ya que así una
Empresa
podría de forma rentable distribuir sus propios productos y fijarles precios de
forma más competitiva y así obtener más utilidades.
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